domingo, 4 de julio de 2010

Y de nuevo quizás

Las escaleras ya no fueron escenario de besos furtivos. Ahí de pie, a dos escalones de distancia, conté en silencio de diez a cero. Pero no hubo cambio ni magia, ni mariposas ni tiempos detenidos. Cuando llegué a tres me diste un abrazo. Cuando dije uno me reprochaste que esto no fuera una despedida normal. Quise decir que la normalidad se había ido de viaje porque yo lo único que quiero es quererte y que me quieras. Pero solo atiné decir que nunca fue normal. Y Luego me fui.

Vedder me dijo, apenas subir al auto, que jamás seré libre y que empezara desandar mi camino, contando mis pasos al cielo. Creí, desde hace mucho que esa posibilidad ya la había perdido.

El show ya termino, ¿Acaso no está la audiencia riendo?

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