martes, 28 de abril de 2009

Guadalajara Día 1

El piloto del avión dijo por el altavoz que volaríamos por una zona de turbulencias así que debíamos permanecer con el cinturón ajustado, así que mis planes de cambiarme a la otra ventana para ir viendo la costa se vinieron abajo. Me tuve que conformar con ver los cerros y me di cuenta como los campesinos deforestan las laderas prendiendo fuego a la vegetación para poder usar ese terreno para cultivos… de marihuana obviamente.

Tuve un momento sumamente humillante durante el vuelo: como no quise comer en casa por temor a vomitar todo el avión, esperaba con ganas que la azagata recorriera el pasillo con el carrito y me diera mi respectiva dona grasienta pero olvide que los que dan donas son los de volaris asi que me tuve que chutar unos pinches cacahuates. Para colmo no pude abrir la bolsita porque siempre he sido enemigo natural de los sobres con abre fácil y mi pulgar derecho no es el mismo desde que me lo lastime jugando basket, lo humillante fue que la señora que iba a un lado de mi noto el trence que me estaba aventando contra el paquete de cacahuates y me dijo ‘Quieres que la abra?’ con una expresión entre divertida y ‘ayy estos pinches hombres pendejos’.

Guadalajara me recibió con un incendio en uno de los terrenos aledaños al aeropuerto, desde el aire la vista del fuego era increíble en combinación con el smog y polvo en el ambiente que le daba un tono rojizo increíble a la ciudad, algo asi como los paisajes marcianos de Total Recall.

Apenas bajar del avión y caminar por los andenes me encontré con una fila de pasajeros que iban abordar y todos lucían un cubre bocas. Me sentí como en una película chafa de zombitos no obstante apenas recogí mi equipaje me puse a la moda y le quite dos cubre bocas azules a la tipa del modulo de sanidad del aeropuerto. Licona no tardo en llegar y a lo largo de las calles que recorrimos vi a mas gente con cubre bocas pero sobre todo miedo. A cualquiera le da miedo de saber que van 162 gentes que ya marcharon a causa de la flu.

Mas tarde llegue al hotel – luego de dar un par de vueltas y echar unas cuantas Indio en una cantina – me di cuenta que ahora mi me mandaron a un hotelucho: aquí no hay Internet a menos que vaya y compre una puta tarjeta. Ni en el DF me trataron asi de peor.

Pero bue.. Hoy el curso de Vmware ESX Server que estoy llevando en HP inicio demasiado tarde y por lo mismo salimos cerca de las 6pm, aunque solo me tomo como 10 minutos llegar a mi hotel y luego me quede dormido hasta las 9pm. En Obregón parece que todo marcha bien y que no me echan de menos.

Por cierto esto del vmware es la hostia tío, hoy cuando el tipo hablaba sobre algunas de las herramientas que contiene la suite a mi casi se me salían las lagrimas luego de imaginarme todas las cosas que se pueden habilitar para hacer la vida de los que vivimos en las trincheras tecnológicas de nuestras respectivas empresas. Claro que todo tiene sus riesgos y en la medida en que no planeas tus implementaciones las posibilidades de que tengas problemas horribles crecen. Igual para el miércoles tendré una panorámica mayor de las posibilidades de la herramienta para cuando vuelva a Obregón.

Si es que sobrevivo a la Cuino Flu.

Peace out y cubre bocas para todos.

2 comentarios:

k dijo...

meramente el que mostroenturno escriba, nos da la idea de que aun no fallece por la influenza porcina. Aki hay gente de todo, desde la que tiene miedo, hasta la que cree que todo es una conspiracion del gobierno para encubrir una superdevaluacion..

Bueno, aparte de eso, tambien andan 2 que 3 gentosas con tapabocas (el carlitos una de ellas), yo para estar a la moda fui al doctor ayer, pero desafortunadamente no me diagnosticaron la enfermedad de moda y solo me dijeron que tenia tos seca y me dieron un jarabe.

Esperemos que el mostro traiga pokita influenza en un frasco minimo.

Saludos desde Obregon City la ciudad que la influenza ha olvidado

Guamu dijo...

Me cai inche mostro que no sé que hubieras pensado, si como yo, hubieras tenido que subirte al metro chilango el día de ayer.

Con decirte que el viernes cuando empezó el pedo por acá, me fui feliz de la vida tosiendo exageradamente y viendo la reacción asustada de las 3 o 4 doñitas con cubrebocas.

Ayer lunes eran demasiados güeyes como para que siguiera siendo grascioso.