sábado, 13 de marzo de 2010

Y quizas.

Digamos que son casi las 2am. Y que hace apenas unos minutos conducía yo por esos caminos de Thor. Con todos esos maleantes haciendo sus maleanticidades. Y puede que justo antes de despedirme, en su puerta y ya dos escalones abajo para propiciar el beso, la he mirado a los ojos y le haya dicho que me gustaría quedarme. Y ella habrá dicho que también lo quería. Pero yo he visto otra cosa. Y solo he dicho, muy bajo, solo para mí. He dicho quizás. Y luego me he ido.


Supongo que así seremos la mayoría, lo obvio lo ignoramos y la mínima duda la convertimos en un abismo. Insorteable.


Paz





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